Excedentes pueden generarse de diferentes modos:

INVOLUNTARIOS, los más frecuentes y habituales, debidos a disfunciones dentro de la propia empresa, o a requerimientos de diversa índole desde fuera de ella. Suelen quedarse almacenados en los almacenes, relegados a segundo término por ser considerados más como un estorbo que como una posible fuente de beneficio.

+ Referencias de difícil salida, por el motivo que sea, que habría que determinar.

+ Continuos cambios de especificaciones de cliente pueden provocar la acumulación de materiales que ya no se van a emplear.

+ Nuevos diseños de producto pueden verse afectados por disponerse de un inventario previo.

+ Nuevos proyectos pueden coincidir con un determinado nivel de inventario de otros proyectos ya cerrados.

+ Nuevas inversiones pueden verse retrasadas por niveles altos de inventario anterior.

+ Cambios de marca y/o proveedor ágiles pueden quedar lastrados por la existencia de cierta cantidad de materiales de etapas anteriores.

Éstos suelen ser motivos de generación de materiales excedentes a lo largo de todo el año, inmovilizados en nuestros almacenes, que merman la rentabilidad del inventario. Por tanto, podemos actuar sobre ellos en cualquier momento del año. Y, cuanto antes, ¡mucho mejor!


VOLUNTARIOS, buscados deliberadamente entre atractivas oportunidades del mercado, a través de compras especulativas, por ejemplo. Suelen quedarse almacenados en los almacenes, en espera de ser necesitados, dentro de la actividad habitual de la empresa, o como promociones entre clientes asiduos.


E U S K O S T O C K te acompaña en ambos casos