Decálogo de los beneficios de la Diversificación como práctica habitual y metódica:
1. Beneficios complementarios a la actividad habitual por la que la empresa se creó. Muchos empresarios y colaboradores desconocen que pueden realizar con éxito otras actividades diferentes a las de siempre. “Ignoramos nuestra verdadera estatura hasta que nos ponemos en pie.” – Emily Dickinson.
2. Diversificación del riesgo. Centrar los esfuerzos y recursos en exclusiva en un solo sector de actividad, aumenta el riesgo en épocas de “vacas flacas”. Puede convertirse en un excelente complemento a la estacionalidad de algunos negocios.
3. Aprovechamiento de recursos disponibles. A veces las empresas no sacan todo el provecho a sus recursos. Claro ejemplo de ello es la Gestión de Excedentes, a aplicar ya de entrada.
4. Mayor presencia de la empresa y sus marcas, que ganan peso y reputación (Imagen corporativa), consolidando su posicionamiento en el mercado en cuestión.
5. Introducción en nuevos mercados en forma de nuevas oportunidades de negocio que aporten pingües beneficios.
6. Compartir la Visión con el tradicionalmente (casi siempre) único poseedor de la misma. La Visión es cosa de todos.
7. Aprendizaje y formación continuos para acometerla con la mayor probabilidad de éxito posible.
8. Elevación de la autoestima de todos al verse capaces de desempeñar nuevas actividades, ¡y con éxito!
9. Reactivación de un espíritu colectivo de equipo capaz de afrontar el futuro con más garantías.
10. Apuesta por la adaptabilidad al cambio de toda la organización. Destierro definitivo de la resistencia al cambio presente aún en muchas organizaciones.